
Desagradable suceso en el barrio de Belgrano, Amilcar un joven de 29 años, con un futuro prospero como repartidor de pizzas que habría sido recientemente nombrado "El chico de la moto del mes" por haberle puesto silenciador al escape de su Zanellita, se suicido.
El martes pasado a las 9 de la mañana los vecinos acongojados y al mismo tiempo sorprendidos se dieron cita en las inmediaciones de la calle Cucha Cucha al 300 para observar en dantesco escenario que se les revelaba antes sus ojos. Un joven conocido y querido por todos en el barrio se había arrojado del bacón de su casa a la acera. Si bien vivía en un primer piso la fragilidad craneana de Amilcar lo condujo a una muerte lisa y llana.
¿Qué extraño suceso había ocurrido en la vida des este ejemplar muchacho para que tomase tan tremenda decisión? El peritaje policial que se realizó en la habitación de la victima no arrojo datos que nos llevaran a dar respuesta a esta intriga, fue por ello que esta humilde trabajadora de prensa comenzó una exhaustiva investigación sobre lo sucedido. De los dichos de sus padres pude saber que Amilcar siempre fue un hijo ejemplar, algo tímido, retraído pero un verdadero ser de bondad extrema. Que solo se le había conocido un amor, Clara… una niña algo mas joven que él, del mismo barrio y de la que se había enamorado hacia muchos años pero con la que vivió una truculenta relación hasta hacia poco días atrás. Relación llena de idas y venidas, su padre declaro: -“Lo tenía de aquí para allá como huevo de rengo”. De los amigos de Amilcar poco se sabe, dicen que solía salir con ellos los fines de semana, pero su padre relato que si bien se los veía unido, amigos también son los huevos y se golpean. La madre de Amilcar no salía de su asombro, así que mucho no puedo acotar, pero si nos dejo claro que en los últimos días su hijo había dicho: “…¡¡¡La vida me tiene los huevos llenos!!!”. Dichos que la madre toma como premonitorios de lo que días después su hijo llevaría a cabo.
Camine un par de cuadras por el barrio, y tropecé con el club barrial que Amilcar visitaba a diario en sus horas de esparcimiento, allí me tope con su “barra” de amigos. El Zurdo, quien lo conocía desde de primaria solo dijo que siempre lo vio como un tipo sin huevos, sin garras para bancarse los avatares de la vida. “-El suicidio es cosa de cagones y el Amilcar la verdad que era medio huevón, estaba mal desde hace unos días porque la Clara le había cortado, me tenia los huevos al plato de tanto llorar por esa mina”. Revelador testimonio. Cuando me acerque a la barra y hable con Raúl, otro amigo de la “barra” obtuve similares testimonios, lo definió como un “huevos tristes”… Amilcar era un hombre sensible que no soportaba las desgracias que como obstáculos se nos presentan a diario.
En la Pizzería “El 55”, el dueño, Omar, solo dijo que el chico era bueno con poca reacción, “- Una vez que agarra viaje es imparable, pero para mi que le pesaban los huevos porque no hacia nada…”
¿Sólo el desengaño amoroso que Clara le provocó hizo que Amilcar tomara esta decisión o quizás eran múltiples desventuras que tuvo a lo largo de su vida lo que lo llevaron a acabar con ella una soleada tarde de Agosto? De los dato que recogí supe que Amilcar había tenido una vida difícil desde su nacimiento, con sólo 3 años había sido sometido a una cirugía porque tenía un testículo en suspenso, lo que su padre definiría como un “huevo en alto”, más adelante su salud mejoro pero su cráneo “huevo-forme” le traería innumerables apodos y problemas ya que era asombrosamente débil su dureza craneal. Creció con el temor de cabecear un corner y sentir como su cráneo se rompía en infinitas partes.
Definitivamente no fue falta de valor, en mi opinión fue hartazgo de la vida, la cual se le había presentado difícil desde el vamos… Adiós Cabeza de Huevo, tus amigos, familiares y los que supimos de tu vida te recordaremos.
2 comentarios:
jajajaja, muy bueno. Me senti identificado pero yo ni tengo moto... ni voy a un club... lpm que bajon!! jejeje, bueno yomismamente saluditos y segui dejando volar tu imaginacion que se disfruta!!
santiagoooooo
También rememoremos a "Yemiño", el hijo de Ren, y su corta pero triste vida.
- "¡Me tenés los huevos llenos!"
- "¿Qué? ¿Los tenías vacíos?"
Fabuloso
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