martes, marzo 04, 2008

La mosca


Hoy mientras leía esas cosas que estudio yo, se me ocurrió pensar qué sentido tiene torturar a algo que no grita. Paso a contarles el por qué de este raro razonamiento.

Resulta que tuve uno de esos días largos en el trabajo, por ello salí dos horas más tarde que mi horario original; cansada, llegué a mi hogar, almorcé algunas chucherias y me fui a descansar un rato sobre la horizontal. No bien Morfeo se adueño de mí, un zumbido estremecedor me sacó de tan placentero relax… era una mosca. Pensé en las mas atroces actividades para realizar sobre la unidad fisiológica de esa mosca pero en un momento me detuve a pensar: Si le arranco las alas a la mosca, como me doy cuenta que está sufriendo?

La mosca o es muy valiente y soporta toda actividad nociva sobre su cuerpo o no habla… aún no tengo resuelta esa cuestión. La cosa es que no tendría sentido arrancarle un ala si la mosca reacciona con un:

-Ah bueh… me arrancaron un ala

y listo, y no se inmuta, no grita, no ruega ni nada.

Así que abandone mis pensamientos perversos con ese pobre volador y decidí echarle Fly, como dice mi viejo, para que muera adormecida, en paz y yo poder terminar mi siesta.