
“…Estaba parado en la vidriera de la casa depilatoria, mirando para adentro…de repente, miro hacía el cartel que estaba pegado en el vidrio y leo: CAVADO.
Me pregunte qué sería semejante cosa… sigo mirando hacía adentro y noto que dentro del local me observaba, sorprendido, un tipo que estaba barriendo los pelos.
Abro la puerta y le pregunto:
-¿Qué es un cavado?
El tipo me miró, entre sorprendido y sin respuesta y me contestó:
-No encuentro las palabras para explicárselo….
Y se fue caminando con las patas abiertas.”
Espacio auspiciado por: Casa Depilatoria: “VALLE DE LÁGRIMAS”, venga y quede lapigno.
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