viernes, octubre 06, 2006

Medicina No Tradicional


La vida esta por demás dura en estos días es por eso que les traigo una opción a sus dolencias. Caminaba yo por los suburbios de esta ciudad cuando vine a dar con Anselmo Sorentes, un anciano venerado entre sus vecinos por su extrema sabiduría y su don de MANOSANTA. Si señores han leído bien, Don Anselmo o Poroto, como a él le gusta que lo llamen lo cura todo, absolutamente todo y lo hace para ayudar al prójimo pero principalmente para salvarse económicamente; así nos lo contaba:
- Mira nena, yo era tornero, desde los 14 años trabajaba. Ma´que trabajaba! Me rompía el alma por un sueldo miserable, hasta que un día el Aníbal mi compañero de trabajo no va y se engancha el pelo, q lo usaba largo y suelto, con el tormillo del torno… eso entró a tirar y tirar y a los 10 minutos le había arrancado la cabellera enterita. Yo ahí nomás me acerque, le puse las dos manos en la sabiola y por arte de magia, el lope se le volvió a pegar a la cabeza mejor que si tuviera Poxipol.
Ahí me di cuenta que yo tenia poderes y entre a lucrar, pa´que te vua mentir. Enfermo que veía lo trataba de curar, además empecé a estudiar un poco de medicina. Primero me leí los fascículos de primero auxilios de Anteojito, todos eh! No me falto ni uno, después entre a leer un poco de Muy Interesante y revistas así hasta que encontré un libro de medicina de verdad, pero ya no era un misterio para mi, digamos que para esa altura yo ya tenia en claro la mayoría de los misterios del cuerpo humano.
Don Anselmo: de dónde cree que proviene su don?
- Yo calculo que debe venir de la Providencia, bien no sé que es eso, pero queda lindo decirlo así. Un cura del barrio me dijo que Providencia y Dios es lo mismo, pero decir que los poderes me vienen de Dios me quita clientela, viste que no todos creen en lo mismo, así que yo digo que es la Providencia y como nadie sabe bien que es los dejo contentos a todos.
En el barrio se comenta que usted resucito a Doña Herminia, nos quiere contar como fue?
-Mira, era una tarde verano, yo estaba refrescándome en el patio con la manguera, cuando escucho unos gritos impresionantes de la casa del al lado. Era la hija de la Herminia que decía que la madre se le moría. Yo salí para allá así como estaba, en calzoncillos y la vi a la viejita tirada en la cocina, pálida y fresquita. Primero me asuste y después me acorde que un golpe en el pecho podía hacer que el corazón volviera a latir, así que tome carrera y le pegué un planchazo bien puesto en el pecho. La abuela resucito, después la internaron porque le quebré el esternon y tres costillas pero sobrevivió.
Hoy en día Anselmo cura todo tipo de dolencias: anemia, rubéola, angustia, miopía, caries, artrosis, encuentros sentimentales, gripe, gonorrea, artritis, hemorroides, acne juvenil, tuberculosis, balazo de 9 mm., 22 y 38, jaqueca, tabaquismo, sarampión, sífilis, puñaladas, calvicie, alcoholismo, hepatitis, labio leporino, estrabismo, anginas, pulmonías, pie plano, etc., etc., etc. todo con la sola imposición de sus manos. Y su ultimo avance medico es el transplante de médula ósea de ternerita a solos $50 el metro, un verdadero hito para la ciencia.

1 comentario:

Nicolás dijo...

Ja! Ma qué reflexología o esas cosas raras de la modernida' moderna...... aguante Poroto! Cura también patas de gallo y ese tipo de cuestiones estéticas?